ANECDOTAS

viernes, 10 de septiembre de 2010

CAPITULO II. MI VIDA EN EL CERRO

Nos mudamos hacia el año 1971-72. Papá halló un lugar plano arriba en cerro y comenzó a construir allí nuestra casa.
Recuerdo que la primera persona que se acercó a hablar con papá fue el señor Rigoberto. No se que hablaron. Lo cierto es que papá siguió construyendo nuestra casa en ese lugar. El terreno no era muy extenso. Papá la hizo de dos piezas: en la principal era para dormir. Había una cama matrimonial, y nuestra litera. Además, había un escaparate. El lugar era muy estrecho, pero para mi era la mejor casa del mundo. La otra pieza era un comedor: había una mesa, un pequeño espacio para bañarse, la nevera y la cocina. Era realmente un paraíso en pequeño. El techo era de asbesto color rojo.
Había una canal que nos servía para “agarrar” el agua de la lluvia que caía en un pipote de metal. Con esa agua mis padres cocinaban y, nos bañábamos. Cuando había palos de agua, toda mi familia se bañaba. Era divertido.
Nuestra casa tenía un medidor cuya acometida provenía del poste que quedaba a nuestro frente. Un poco mas abajo, nos topábamos con la familia de la señora Isabel. Esta tenía un ranchito algo grande. Tenía un patio, en el cual todos los niños jugábamos allí. El baño quedaba fuera de su casa. Hacia la parte trasera de su casa había una mata de Caucho. Esa casa por cierto se comunicaba con dos callejones. Al frente de la casa había un espacio ancho que tenía una cerca. Por allí se bajaba a la calle principal. Más abajo quedaba la casa de la señora Julia. Por su aspecto parecía una mujer de la clase media. Sería por su forma de vestirse y su forma correcta de hablar. Era seria y muy educada. La familia de la señora Isabel la componían las siguientes personas: señora María, (RIP), el señor Antonio, esposo de la señora Isabel, Jesús (RIP) el hijo mayor. Isabelita, Yhajaira, Xiomara_ mi primera noviecita_ Juan, Kike, Ingrid y Jhonny.

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